¿Por qué merece la pena ver ¡Piratas!? Con 3 Oscars a sus espaldas al mejor cortometraje de animación, y uno a la mejor película de animación en 2005 por la grandiosa y desternillante Wallace y Gromnit: la maldición de las verduras, los estudios Aardman son un símbolo de extrema calidad. La artesanía de su animación stop-motion ha alucinado a espectadores del mundo entero desde los años 80, convirtiéndose en absoluta referencia de este tipo de animación tradicional. Siempre con una espectacularidad colosal, las películas de Aardman también destacan por cimentarse en excelentes guiones repletos de diálogos y situaciones graciosísimos, bebedores, sin lugar a dudas, del auténtico estilo Monty Python. Son puro humor y diversión, muy inteligente, que seduce tanto a niños como a adultos.
Los que hayáis disfrutado como enanos de las maravillosas Chicken Run y La maldición de las verduras, en ¡Piratas! gozareis de la misma entrañable torpeza de sus protagonistas y de sus alocados y originales desvaríos. Y los que aún no conocéis el trabajo de Aardman, ésta es una excelente ocasión para gastaros unos euros en el cine veraniego y disfrutar como niños de un espectáculo la mar de divertido. No dejaréis de sonreír.
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