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Películas Abandonadas: Dune, de Alejandro Jodorowsky



Hoy inauguramos una nueva y fascinante sección: Películas Abandonadas. Son muchos los filmes que se han quedado en el tintero por problemas de producción, censura o desastres naturales. Unas incluso llegaron a rodarse por completo, y otras no superaron la fase de guión. Algunas de estas películas no natas suponen un grito desesperado para muchos cinéfilos, que gracias a internet han podido acceder con los dientes largos a guiones y diseños conceptuales de películas que podrían haber sido verdaderos hitos cinematográficos. Galvanete de Oro os irá acercando poco a poco todos aquellos grandes proyectos (bien documentados) que jamás podremos disfrutar; un tema, no obstante, que posee cierto encanto seductor.

¿Os imagináis a Pink Floyd, Orson Welles, Dalí, Mike Jagger, Moebius y H.R. GIGER en una misma película? Para celebrar la nueva sección, os vamos a descubrir una sobrecogedora no-película de ciencia ficción que podría haber cambiado el mundo del cine para siempre: Dune, dirigida por Alejandro Jodorowsky en 1976, y que pretendía ser una gloriosa experiencia visual psicotrópica. Basada en la saga literaria de culto de Frank Herbert, Dune narraría las batallas de poder por el control del planeta Arrakis (más conocido como Dune), en cuya corteza se extrae el bien más preciado de todo el Universo: la especia melange, una droga indispensable para los viajes estelares. Las tribus nativas de Dune (los Fremen) esperan la llega del Kwisatz Haderach, un mesías que liberará la Galaxia de la tiranía del Imperio Galáctico.

Amparado por el multimillonario francés Michel Seydoux y su presupuesto de 10 millones de $ (de la época), el afamado director/escritor/compositor/pintor/psicoterapeuta (y más) chileno decidió transformar la novela de Herbert en un auténtico viaje alucinógeno, en un nuevo tipo de cine que actuara en el cerebro como una potente droga. En sus propias palabras, “Yo quería hacer una película que diera a la gente que tomaba LSD en esa época las alucinaciones que la droga daba, pero sin alucinación; yo no quería que se tomara LSD, ¡yo quería fabricar la droga!; la película iba a cambiar la mentalidad del público…”. Ahí es nada.

Para conseguirlo, Jodorowsky consiguió reunir a un equipo artístico que habría hecho estremecer al mundo entero. El grupo británico Pink Floyd iba a encargarse de la banda sonora; Moebius (Jean Giraud), el célebre dibujante de cómic, diseñaría el look general y los personajes; al inquietante pintor y escultor H.R. Giger (creador del diseño de Alien) se le encomendó la tarea de diseñar los inmensos gusanos del planeta Arrakis , así como los palacios y vehículos de los Harkonen; Chris Foss (considerado el mejor ilustrador de ciencia ficción de la historia), diseñaría edificios y naves espaciales. Y eso en cuanto al diseño. En el reparto, encontramos otra selección delirante: Orson Welles (Barón Harkonen), Salvador Dalí (emperador Shadam IV), Mike Jagger (Feyd-Rautha, vestido de mujer), Alain Delón (Duncan Idaho), David Carradine (Leto Atreides) y la mismísima Gloria Swanson (Gaius Helen). Incluso  consiguió algo inaudito: que un novelista esté de acuerdo con la adaptación guionizada de su obra. ¿¿Por qué diablos se nos negó semejante portento??

Ocurrió que, después de varios años de pre-producción y diseño, gran parte de los 10 millones de $ ya se habían evaporado, y el rodaje todavía no había comenzado. Los inversores, viéndose incapaces de soportar un gasto que se iba a triplicar, recurrieron a Hollywood en busca de co-producción, pero ningún estudio tuvo la suficiente valentía para asumir costes. Se trataba de un proyecto demasiado nuevo, demasiado diferente. Las 4 horas de metraje previstas (en un inicio iban a ser 14), tampoco ayudaron mucho a convencer. Pocas semanas después, se canceló toda la producción y cada uno se fue a su casa. HR Giger lo hizo encolerizado, y Dan O’Bannon (creador de los efectos espciales), sumido en la locura e internado en un psiquiátrico. Jodorowsky y Moebius (que había trabajado en más de 3000 dibujos durante 5 años), decidieron adaptarse a la vida y al destino y utilizaron todo su material para crear el que, a día de hoy, sigue siendo el cómic europeo más vendido de toda la historia: El Incal (Jodorowsky en guión y Moebius en dibujo).

Dune se acabó llevando al cine, en efecto, pero fue de la mano de David Lynch en 1984, siete años después de que se fuera a pique el colosal y mesiánico proyecto de Jodorowski. Aún así, el enorme trabajo de su equipo no fue en vano. Antes de ser rechazado, el proyecto circuló por los estudios más importantes de Hollywood, lo que supuso la contratación de H.R. Giger para diseñar Alien, y de Dan O’Bannon para supervisar los efectos especiales de Star Wars (así como para escribir el guión de Alien), películas en las que ambos artistas aprovecharon parte del material que habían creado para Dune; el resto ya es historia.

El documental. En la pasada edición del festival de cine de Cannes, se presentó un curioso documental que nos sumergirá en la pre-producción de Dune y su fatal desenlace: Jodorwsky’s Dune (podéis ver el tráiler aquí), muy en la línea de Lost in La Mancha (adaptación de El Quijote por parte de Terry Gilliam), aquella joya documental acerca del catastrófico rodaje de otra película que jamás podremos disfrutar.

Como regalo final, os añadimos una selección de diseños y esbozos realmente exquisitos, única prueba material de un ambicioso proyecto cinematográfico que se convertiría, en su fracaso, en un maravilloso sueño.

Palacio Harkonnen y gusanos, de H.R. Giger

(click para ver en grande)

Naves, vehículos y edificios, de Chris Foss


Personajes y vestuario, de Moebius








1 comentario:

  1. Absolutamente genial. Una redacción impecable y absorbente. Me encanta imaginar lo que esta incursión psicotrópica podría haber sido. La imaginación, con estos antecedentes técnicos y artísticos, da para mucho universo.

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