¿Qué es... la dirección artística?
Podemos definir la dirección artística -en cine- como la creación y el diseño de los espacios físicos en los que tendrá lugar una acción dramática con el fin de ser filmados o grabados. El director artístico de cine, antiguamente conocido como “decorador”, es el equivalente al escenógrafo en teatro, y su labor consiste en el diseño y concepción de los diferentes lugares en los que transcurrirá la película. En dos palabras: crea ambiente, algo muy importante en un film porque nos sitúa (pj. una cocina) en un contexto (una cocina inglesa de los años 30) y en un ambiente que define o acompaña una acción o un personaje (una cocina inglesa de los años 30 obsesivamente impoluta y bien cuidada). La dirección de arte, para que nos entendamos mejor, crea adjetivos.
El director de arte es también un creador, y su talento va más allá de diseñar un decorado realista o bonito: ha de nadar en la trama y en los personajes, interpretarlos, y saber encontrar los elementos, colores y formas que expresen mejor todo aquello que el guión y el director necesitan para complementar personajes y acción. Y como cualquier otro oficio de cine, el trabajo comienza con la lectura detallada del guión y largas sesiones de feedback con el director.
Como hemos dicho anteriormente, la importancia de la “decoración” es la necesidad de adjetivos en una película. Muchos son los que dan por sentado que la mayoría de espacios de sus películas preferidas son fruto del azar (¿una cocina? pues una cocina, y ea), o que el director ha llamado a su prima buscando el baño perfecto. En muchos casos es así, desde luego, pero lo normal -debido a que la mayoría de veces es imposible encontrar el lugar idóneo- esos lugares, en función del presupuesto, han de construirse desde cero o bien modificar espacios reales para ajustarlos a la película. Y en fin, de eso se trata en cierto modo, de ajustarse a la película. ¿Qué sería de Blade Runner sin sus calles sucias y caóticas o sin esas habitaciones podridas? ¿Qué interés tendría Patrick Bateman en American Psycho sin ese apartamento minimalista y frío en el que vive? El decorado de una película nos sitúa en un lugar sin dejar de susurrar información sobre los personajes que habitan en él y de todo aquello que en él sucede. A veces tendemos a dejar de lado el detalle y la descripción de algo en pos del suceso, y casi siempre, en el adjetivo está la comprensión total y la percepción de la belleza.
El escritor Paul Auster no pudo describir mejor este oficio: es una disciplina fascinante, con un componente espiritual. Porque entraña mirar muy atentamente el mundo, ver las cosas como son y, luego, recrearlas con fines imaginarios. Cualquier trabajo que exija mirar tan cuidadosamente al mundo tiene que ser bueno para el alma.
A continuación, os dejamos 5 ejemplos del poder de la dirección artística que merece la pena recordar:
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